venres, 16 de outubro de 2009

ceo


agora que é todo diferente
cas portas están pechadas
con coidado
que o único ruído es ti
non te asustes
quen senón o entendería
pensa se tiverámolo que facer
quen entendería o por que
e todavía é máis sinxelo
debuxar no fume un castelo
ou tirar un búmerang e que non volva
tódalas escadas que subimos
teremos logo que baixalas
pero tampouco imos pensalo agora
cando é de noite non berramos
nin estrañamos, nin mirámolas estrelas
parece que levamos moito tempo aquí
aquí abaixo esperando
pero tampouco é certo
cando pasa por diante un ser humano
é algo imposíbel
unha oración a destempo
embriagarse mentres outros morren
agora que as portas están pechadas
e todo parece gardado en silencio
mentres o desencanto cúbrenos como unha tea
non podemos deixar de tentalo
o soño libera ao prisioneiro
e todavía podo darlle algunha puntada ao corazón
ver ao ceo e esperar a pedir un desexo
non quero dicir nada de ti
de min fai tempo que non falo
só queda gardar nos caixóns os petalos de rosa
para que o tempo os murche
e logo facer con eles un pentagrama
que arda na mesma chama que arde un cando ama
e deixar que luza a luz inesgotable
pois sexa: ser amado é pasar, amar é permanecer.

4 comentarios:

Anónimo dixo...

E que é mellor amar ou permanecer?

Anónimo dixo...

Sen ningunha dubida este é o poema máis triste que lin ata o de agora pero como ti dis tampouco imos pensalo .
O esencial do carnaval non é poñerse unha mascara o esencial é quitala cara ou iso dicía creo que Rebollo falando da súa peli La mujer sin piano. Claro que o seu novo disfrace e a súa nova vida estarán cheos de humor alcolico tampouco esta mal.. Saúdos dun que te addemira.

Anónimo dixo...

sin reciprocidade ser amado é pasar.
Con reciprocidade a permanencia a permanencia do instante no seu sentido mais real

Prometeo dixo...

¿Reciprocidad?
En el Lisis (222a6-7) Platón distingue entre un verdadero amante y uno que no lo es y hace la arriesgada afirmación de que el verdadero y no fingido amante será querido por su amado. Con la reciprocidad de la relación erótica el amor podría ubicarse en los dominios de la philía, pero el Lisis no nos aclara la fórmula que lo haría posible. Para ello tenemos que acudir al Banquete y el Fedro. En la primera de estas obras, como hemos visto, Platón dice que el objeto de la voluntad humana es el bien (Banq.206a3-4) y este punto de partida le lleva a definir el amor como un deseo de posesión perpetua del bien, pero esto significa que hay en él, efectivamente, un anhelo de eternidad (Banq.207a), porque queremos que la posesión del bien se prolongue indefinidamente y ello mantiene vivo el deseo, aunque hayamos logrado alcanzar el objeto que ha suscitado el amor. Pero el hombre no puede aspirar a la eternidad más que por medio de la generación (Banq.207d), de manera que el amor puede ser finalmente definido no meramente como un deseo de poseer lo bello sino de "generación y procreación en la belleza" (Banq.206e5). Ahora bien, hay quienes son fecundos por su cuerpo y se convierten en amantes que se dirigen a las mujeres para conseguir de esta forma, por medio de los hijos, "inmortalidad, memoria y felicidad" (Banq.208e4), pero hay también quienes son fecundos de alma y éstos buscan la generación espiritual "por medio de la inteligencia y la virtud". No debemos olvidar que se trata de una respuesta diferente pero desencadenada en ambos casos por una misma pasión sensual: la belleza física encarnada en el cuerpo humano es, dice Platón , la Moira y la Ilitía de la generación (Banq.206d). PERO HAY UN TIPO DE AMANTE QUE, ANTE LA VISIÓN DEL AMADO, PROYECTA SU FECUNDIDAD INTELECTUAL HACIA LA GENERACIÓN ESPIRITUAL EN LA BELLEZA. PLATÓN SITÚA AQUÍ A POETAS Y LEGISLADORES CUYAS OBRAS SON HIJOS DEL ESPÍRITU POR MEDIO DE LAS CUALES NO PERSIGUEN OTRA COSA SINO "DEJAR TRAS DE SÍ PARA TODO TIEMPO FUTURO UNA FAMA INMORTAL" (208c). Esta fecundidad intelectual necesita a la belleza como un factor decisivo que provoca la generación, porque en presencia de ella el ser que es fecundo "se siente propicio y contento para liberar su fruto" y de esta forma "alumbra y da a luz" (206d), mientras que la visión de lo feo hace que se retraiga y retenga un fruto "que sobrelleva con dificultad" (206d).

Prometeo. (te seguimos)